Prop d'un 30 per cent de les mestresses de casa consumeixen psicofàrmacs, un percentatge que augmenta fins al 40 per cent si aquestes conviuen amb persones amb discapacitat, segons revela l'informe *Treball i salut a Barcelona*, presentat avui per l'Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB).
Una de les autores de l'estudi, LluiaLluïa Artazcoz, va intuir que aquest consum de psicofármacs és una "medicació de la insatisfacció", constatant un millor estat de salut entre les dones emprades que entre les mestresses. L'estudi revela que la major població emprada en el sector dels serveis --més del 75 per cent-- determina un patró de salut relacionat amb el treball remunerat, amb una menor incidència de lesions per accident de treball en la jornada laboral i un paper més rellevant dels problemes múscul-esquelétics i psicosocials.
Constata que continua persistint la divisió sexual del treball remunerat i no remunerat, que determina un nombre d'hores dedicat al treball remunerat superior en els homes i un nombre d'hores de treball domèstic i familiar més gran en les dones. Contant ambdós, les dones treballen 59,8 hores setmanals i els homes 56. L'estudi assenyala també que les dones es concentren en poques ocupacions i tenen baixa presència en llocs de comandament. Les dones dediquen 23,6 hores a la setmana al treball domèstic i els homes, 12,2.
LES DONES TENEN PITJOR SALUT Els indicadors de salut estudiats, són mes desfavorables per a les dones --excepte en lesions per accident de treball-- i indiquen que les dones en ocupacions no qualificades presenten els pitjors i una elevada freqüència de conductes poc saludables. Segons l'estudi, el 28 per cent de les dones en ocupacions no qualificades --empleades domèstiques o neteja-- tenen malament estat de salut mental. En el cas dels psicofàrmacs, una quarta part de la mestresses consumeixen psicofàrmacs. Així mateix, la convivència amb persones amb discapacitat s'associa a una "pitjor salut" i comportaments més insaludables.
En el cas de les mestresses, el mal estat de salut passa d'un 31 a un 54,3 per cent en el cas de conviure amb una persona depenent, i el consum de psicofármacs creix d'un 23,8 a un 40 per cent. El 40,9 per cent de les dones que conviuen amb una persona amb discapacitat són les principals responsables dels seus cuidadados, un percentatge que en els homes baixa fins al 21 per cent.
Traducció
Cerca de un 30 por ciento de las amas de casa consumen psicofármacos, un porcentaje que aumenta hasta el 40 por ciento si éstas conviven con personas con discapacidad, según revela el informe 'Trabajo y salud en Barcelona', presentado hoy por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).
Una de las autoras del estudio, Lucía Artazcoz, intuyó que este consumo de psicofármacos es una "medicación de la insatisfacción", constatando un mejor estado de salud entre las mujeres empleadas que entre las amas de casa.
El estudio revela que la mayor población empleada en el sector de los servicios --más del 75 por ciento-- determina un patrón de salud relacionado con el trabajo remunerado, con una menor incidencia de lesiones por accidente de trabajo en la jornada laboral y un papel más relevante de los problemas músculo esqueléticos y psicosociales.
Constata que continúa persistiendo la división sexual del trabajo remunerado y no remunerado, que determina un número de horas dedicado al trabajo remunerado superior en los hombres y un número de horas de trabajo doméstico y familiar más grande en las mujeres.
Contando ambos, las mujeres trabajan 59,8 horas semanales y los hombres 56. El estudio señala también que las mujeres se concentran en pocas ocupaciones y tienen baja presencia en lugares de mando. Las mujeres dedican 23,6 horas a la semana al trabajo doméstico y los hombres, 12,2.
LAS MUJERES TIENEN PEOR SALUD
Los indicadores de salud estudiados, son mas desfavorables para las mujeres --excepto en lesiones por accidente de trabajo-- e indican que las mujeres en empleos no cualificados presentan los peores y una elevada frecuencia de conductas poco saludables.
Según el estudio, el 28 por ciento de las mujeres en empleos no cualificados --empleadas domésticas o limpieza-- tienen mal estado de salud mental. En el caso de los psicofármacos, una cuarta parte de la amas de casa consumen psicofármacos.
Asimismo, la convivencia con personas con discapacidad se asocia a una "peor salud" y comportamientos más insaludables. En el caso de las amas de casa, el mal estado de salud pasa de un 31 a un 54,3 por ciento en el caso de convivir con una persona dependiente, y el consumo de psicofármacos crece de un 23,8 a un 40 por ciento.
El 40,9 por ciento de las mujeres que conviven con una persona con discapacidad son las principales responsables de sus cuidadados, un porcentaje que en los hombres baja hasta el 21 por ciento.
Una de las autoras del estudio, Lucía Artazcoz, intuyó que este consumo de psicofármacos es una "medicación de la insatisfacción", constatando un mejor estado de salud entre las mujeres empleadas que entre las amas de casa.
El estudio revela que la mayor población empleada en el sector de los servicios --más del 75 por ciento-- determina un patrón de salud relacionado con el trabajo remunerado, con una menor incidencia de lesiones por accidente de trabajo en la jornada laboral y un papel más relevante de los problemas músculo esqueléticos y psicosociales.
Constata que continúa persistiendo la división sexual del trabajo remunerado y no remunerado, que determina un número de horas dedicado al trabajo remunerado superior en los hombres y un número de horas de trabajo doméstico y familiar más grande en las mujeres.
Contando ambos, las mujeres trabajan 59,8 horas semanales y los hombres 56. El estudio señala también que las mujeres se concentran en pocas ocupaciones y tienen baja presencia en lugares de mando. Las mujeres dedican 23,6 horas a la semana al trabajo doméstico y los hombres, 12,2.
LAS MUJERES TIENEN PEOR SALUD
Los indicadores de salud estudiados, son mas desfavorables para las mujeres --excepto en lesiones por accidente de trabajo-- e indican que las mujeres en empleos no cualificados presentan los peores y una elevada frecuencia de conductas poco saludables.
Según el estudio, el 28 por ciento de las mujeres en empleos no cualificados --empleadas domésticas o limpieza-- tienen mal estado de salud mental. En el caso de los psicofármacos, una cuarta parte de la amas de casa consumen psicofármacos.
Asimismo, la convivencia con personas con discapacidad se asocia a una "peor salud" y comportamientos más insaludables. En el caso de las amas de casa, el mal estado de salud pasa de un 31 a un 54,3 por ciento en el caso de convivir con una persona dependiente, y el consumo de psicofármacos crece de un 23,8 a un 40 por ciento.
El 40,9 por ciento de las mujeres que conviven con una persona con discapacidad son las principales responsables de sus cuidadados, un porcentaje que en los hombres baja hasta el 21 por ciento.
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